
La inseguridad se ha vuelto parte del día a día en el Partido de La Costa. Y lo más grave es que nada cambia.

La postulación de Jorge Rodríguez Erneta como primer concejal por “Unión y Libertad” cayó como un baldazo frío en Villa Gesell. Su regreso reactiva la memoria de una gestión atravesada por escándalos, obras fantasmas y un personalismo que intentó convertir el municipio en su feudo privado.

Con menos del 2,5% del padrón de la Quinta sección, Mar Chiquita logró colar a dos dirigentes en lugares expectantes de la lista de Fuerza Patria. Jorge Paredi y Marcelo Sosa, viejos rivales locales, podrían terminar compartiendo bloque en el Senado bonaerense si el peronismo arrasa allí (Díficil).

La ruptura de Liliana Pagés con La Libertad Avanza en Pinamar expuso un secreto a voces: en la política bonaerense no manda la pureza ideológica, sino la capacidad de negociar con los caciques locales.

Mientras la producción de hidrocarburos crece, la falta de infraestructura energética condena a la Costa Atlántica a cortes y desigualdades.