
La circulación indiscriminada de cuatriciclos y vehículos 4x4 en las playas de Costa del Este dejó de ser una simple infracción para convertirse en un grave problema de seguridad pública y ambiental. Lo que debería ser un espacio de descanso y disfrute se transforma, día a día, en una zona peligrosa donde motores y ruedas comparten el mismo lugar que familias, niños y adultos mayores.

















