
La iniciativa que el Ejecutivo presentará en extraordinarias funciona como un rediseño integral del sistema laboral: abarata despidos, debilita sindicatos, coloca al Estado como financiador indirecto de ceses laborales y habilita las vacaciones en cuotas. Prácticamente elimina los juicios laborales. Una cirugía profunda al corazón del modelo construido durante ocho décadas.

















